Hablar definitivamente en positivo edificará nuestra propia forma de ser, entiéndase que esta forma de comunicación construirá nuestra personalidad. Fabricamos nuestra personalidad mensaje a mensaje, erigimos nuestros pensamientos palabra a palabra, fundamos nuestra memoria vocablo a vocablo; por lo tanto, en la medida que buscamos la positividad, el regocijo la buena vibra en nuestra comunicación en esa misma medida estoy siendo vital e importante en el cimiento de mi desarrollo como individuo.
El lenguaje positivo es cómo una esponja y un filtro, la esponja recoger todo, pero el filtro almacena solo lo que necesitamos: el poder de las palabras y a su vez encontrar el lado favorable de las cosas.
En este particular, una comunicación positiva eleva los niveles de atención, de memoria, de motivación y de creatividad, por ende, beneficia las dinámicas de diálogos entre padres, amistades, relaciones, trabajo e influye directamente en la forma en que podemos percibir y tener una visión del mundo que nos rodea. Utilizar un
lenguaje positivo puede transformar
vidas.
Te invitamos a poner en marcha un cambio a un lenguaje positivo, el cual busca usar expresiones que generen reacciones agradables en el interlocutor, transmitir positividad y es fundamental utilizar un lenguaje acorde a ello con palabras “optimistas” y que generen buenos sentimientos. 'Posible', 'bien', 'gracias', 'alegría', 'bonito', 'útil', 'si', 'nosotros', 'respeto' o 'solución', son algunos ejemplos.